Ámsterdam es la ciudad de los canales, la llamada Venecia del norte de los Países Bajos, es, en definitiva, una de las ciudades más mágicas y encantadoras de Europa. Destaca, sobre todo, por sus típicas casas, sus puentes, sus bicicletas y el ambiente que desprende. Estas características son las que la convierten, sin duda, en una de las capitales con más personalidad del continente.
Países Bajos cuenta con una población de alrededor de 17,28 millones de habitantes, siendo Ámsterdam la ciudad más poblada del país con 840.846 habitantes; es una ciudad pequeña, que tiene pocas casas en relación con la población. Y, aunque esto complique el hecho de encontrar vivienda, su tamaño le otorga la posibilidad de tener una red de transporte ágil, así como maximizar el uso de la bicicleta. Además, se encuentra entre las quince mayores economías del mundo, con una tasa de paro inferior al 4% y un salario medio que ronda los 4.500 euros mensuales.
Es por estas razones por las que Ámsterdam lleva décadas posicionándose entre las ciudades con mayor calidad de vida de Europa y, seguramente, por lo que muchos de nosotros lo escogimos como destino. ¿Tú también has decidido probar suerte en la capital neerlandesa? Entonces, estás en el lugar indicado. Con nuestro manual para recién llegados sabrás de antemano cuáles son las necesidades y los primeros pasos burocráticos a los que deberás enfrentarte a tu llegada.
Lo primero es la búsqueda de vivienda. Como hemos comentado, Ámsterdam es una ciudad pequeña en relación a su densidad de población, lo que provoca que determinadas zonas sean excesivamente caras para vivir. Pese a esto, es posible encontrar habitaciones más asequibles si se buscan en los barrios más alejados del centro. Si buscas una habitación en un piso compartido, los precios no suelen bajar de 600 euros y si eres de los que os prefiere la soledad, lo mínimo que deberás pagar para un estudio ronda los 1200 euros. En Facebook hay algunos grupos que te pueden ayudar y que recomendamos que consultes: «Españoles en Ámsterdam», «Habitaciones en Ámsterdam», «Amsterdam Apartments 4 rent» o «Maarktplaats», entre otros. También la página web Kamernet.nl.
Una vez conseguida la vivienda, es importante registrarse en el ayuntamiento para obtener el burgerservicenummer o BSN, el número fiscal de los ciudadanos de Países Bajos, un número único para todos los que quieren mantener una relación con el gobierno de los Países Bajos. Este número no caduca y te servirá para abrir una cuenta bancaria, contratar un seguro médico y firmar un contrato de trabajo. Conseguirlo es bastante sencillo: debes ir al ayuntamiento con tu documento nacional o pasaporte, el contrato de alquiler de la casa o una carta del propietario en la que te autoriza a ocupar la vivienda y tu certificado de nacimiento.
Si vienes a trabajar a los Países Bajos lo más recomendable es que te crees una cuenta corriente. Hay varios bancos nacionales que funcionan muy bien, los más conocidos son: ABN, Rabobank e ING, y puedes encontrarlos por toda la ciudad. Para abrir una cuenta deberás presentar el documento nacional de identidad o pasaporte en vigor, el BSN y una copia del contrato de trabajo. Una vez firmados todos los papeles, ya tendrás activada tu cuenta bancaria.
En general, suele ser muy positivo cuando nos mudamos a un país que intentemos aprender el idioma. Sabemos que el neerlandés puede parecer complicado, pero os aseguramos que solo es cuestión de práctica. De todas maneras, no es completamente necesario para trabajar en los Países Bajos, todo depende de la ciudad, el sector en el que busques trabajo, etc. Normalmente los trabajos menos cualificados o que sean de cara a un público internacional no requieren el neerlandés, simplemente será suficiente con un nivel medio de inglés.
Es importante que prepares distintos currículums vitae en inglés según los sectores donde vayas a aplicar y que los acompañes con una buena carta de presentación. Hay varias agencias y portales de trabajo que te pueden resultar útiles, entre otras: Addeco, WorkToday, Werk.nl, Indeed o Neuvoo. Si vienes buscando un puesto específico o un trabajo más cualificado, seguramente su sitio sea LinkedIn. Eso sí, te recomendamos que, al menos, te apuntes a unas clases básicas de Dutch, pues seguro que cualquier recruiter verá tu predisposición para aprender la lengua como un plus.
¿Ya te has hecho con un empleo? Si es así, estás obligado a contratar un seguro médico. Su precio suele rondar alrededor de los 1.300 euros anuales, pero si te parece caro, no te preocupes, el gobierno neerlandés destina una partida presupuestaria para financiar un porcentaje del seguro médico a las personas con salarios más bajos (zorgtoeslag). Si perteneces a la Unión Europea y te está costando hacerte con un trabajo, podrás hacer uso de la sanidad neerlandesa a través de tu tarjeta sanitaria europea sin tener que pagar nada. Otra cuestión a tener en cuenta, es que una vez contrates tu seguro médico, pagarás de manera retroactiva todos los meses que estuviste trabajando sin seguro. Por eso, nuestro consejo es que contrates tu seguro médico en cuanto consigas empleo.
Por último, y no menos importante, hay que saber cómo desplazarse por esta maravillosa ciudad semiacuática. Y no hablamos de los canales, sino de la lluvia, siempre presente en este país. En esos días muy lluviosos puedes disfrutar de la excelente red de transportes del país, ya sea mediante autobús, tranvía o incluso tren, para aquellos que viven más alejados. Sin embargo, nosotros tenemos otra recomendación de transporte y es que, como bien dice el refranero español, «donde fueres, haz lo que vieres». Con eso en mente, no nos queda más que aconsejarte que te hagas con una buena bicicleta de paseo. Sabemos que pedalear bajo la lluvia no es muy apetecible, pero si te haces con un buen chubasquero, te acostumbrarás rápidamente. ¡Te lo decimos por experiencia!
Una bicicleta nueva puede llegar a ser un poco cara, pero con una de segunda mano (por no decir de décima) te será suficiente. El mejor sitio para hacerte con una es el mercadillo de Waterlooplein donde podrás encontrar tu primera bici por no más de 70 euros. Eso sí, no le cojas mucho cariño pues, aunque Ámsterdam es una ciudad muy segura, el robo de bicicletas está a la orden del día. ¡Nuestro consejo es que a la vez que la bici te compres un buen candado!
Y si todavía tienes preguntas o necesitas ayuda con cualquiera de los aspectos comentados anteriormente, existe en Ámsterdam una organización de voluntarios a la que puedes acudir: Casa Migrante, cuyo objetivo es promover la integración de los inmigrantes de habla hispana en la sociedad holandesa, ofreciendo diferentes servicios y creando un lugar de reunión donde resolver tus dudas.
Ester González