Este año todo es diferente, no hay Fallas en Valencia ni Feria de Sevilla. ¿Qué ha pasado, entonces, con el día de Rey en Ámsterdam?
Para entender por qué era tan importante celebrar la fiesta nacional este 27 de abril, incluso durante una pandemia, hay que entender la historia. En el día del rey celebramos, exactamente, el cumpleaños del monarca Willem Alexander van Oranje – o Guillermo Alejandro -, que en un día como el de ayer cumplió 53 años. ¡No los aparenta para nada!
No sé si estaréis de acuerdo, pero casi todos los cumpleaños tienen varios factores en común: la cerveza, las canciones, el reencuentro con amigos y familiares, la comida… Pues no iba a ser menos el cumpleaños del rey. En un Koningsdag sin pandemia, todos los neerlandeses (de sangre y de adopción) salimos a la calle vestidos de naranja a celebrarlo por todo lo alto. En las casas, desde primera hora de la mañana, se forman pequeños mercadillos donde se venden todas las cosas que sobran en la casa, ¡y sin pagar impuestos por ello! En los canales, podemos ver un desfile monocromático de barcos con banderas, y en las calles, se instalan escenarios con música en directo para todos los gustos.
Pero, ¿de dónde viene todo esto? Como iniciativa para promover la unión del estado y revitalizar la imagen de la monarquía, en 1885 se celebra por primera vez el Día de la Princesa coincidiendo con el cumpleaños de la entonces heredera al trono Guillermina. Poco a poco, la tradición se fue forjando y hoy en día, el aniversario del nacimiento del rey o reina en funciones es la fiesta más importante del año.
Por cierto, sería mucha casualidad que todos los herederos al trono hubieran nacido el mismo dia, ¿verdad? Aquí cada vez que se cambia de monarca, se cambia también de fecha. El día 31 de agosto de 1885 se celebra ese primer Día de la Princesa, que pasó después a llamarse Día de la Reina, coincidiendo con el cumpleaños de Guillermina. En 1948, iniciándose el reinado de su hija Juliana, cambia la fecha al 30 de abril.
El 30 de abril de 1980, Juliana abdica en su hija Beatriz. Esta fecha está llena de simbolismo para los neerlandeses ya que es, a la vez, el comienzo de un nuevo reinado y el Día de la Reina. Beatriz nace el mes de Enero, razón de más para que podamos entender por qué tomó la decisión de mantener la fecha del cumpleaños de su madre desde su ascenso al trono: es posible que celebrar los mercadillos y los paseos en barco en pleno invierno sea arriesgarse a que nieve o que los mismos canales se encuentren congelados.
Será hasta el año 2014 que este día se mantendrá intacto: al llegar a la corona el rey actual, Guillermo Alejandro, la fecha se cambia a su cumpleaños real, el 27 de abril. Y pasa a ser llamado el Día del Rey. Todavía hay algún rezagado que viene el 30 de abril a celebrarlo, y cuando llega no encuentra más que escenarios desmontados y los servicios de limpieza municipales bien ajetreados.
Este año 2020, en el que las reuniones están prohibidas, los eventos están cancelados y las calles están vacías, los holandeses no iban a renunciar a celebrar una de sus fiestas más esperadas y el Koningsdag se celebró así:
09.45 h. Todo el mundo vestido de naranja de pies a cabeza, y su bandera azul, blanca y roja ondeando en el balcón.
10.00 h. Suena el himno nacional en los balcones y la gente canta al unísono
12.00 h. Normalmente, a partir de esta hora comienzan los conciertos. No iba a ser menos este año y numerosas plataformas de streaming estuvieron emitiendo a partir de mediodía bajo el nombre de Balkoningsdag.
16.00 h. Toca tomarse un minuto para el Nationale Toost: ha llegado el momento del brindis con el rey. Todo el mundo alzó su copa y ¡proost!
20.00 h. Comienza el festival Kingsday 2020 VR, el equivalente al escenario de la plaza Dam de todos los años. En esta ocasión, los precios de las entradas oscilaban entre los 12 y los 35 euros, que han ido destinados en su totalidad al banco de alimentos nacional. El cartel de este festival contaba con nombres como Vangrail, Kwambo y el DJ Jochem Hamerling.
También es de mencionar que, debido al tipo de confinamiento por el que ha optado este país, las salidas a la calle sí que están permitidas. Por eso, en pequeños grupos, y de manera controlada para aprovechar el día de sol que amaneció, en los parques y calles se vieron personas vestidas de naranja, brindando con cervezas y vinos por el rey.
Paula García