Si estás en Ámsterdam y buscas sumergirte en la auténtica cultura local, no puedes dejar de visitar los famosos Bruin Cafés. Estos cafés tradicionales holandeses son como un tesoro escondido que te transporta a otra época.
Los Bruin Cafés, o cafés marrones, son verdaderas joyas del pasado en medio del bullicio de la modernidad. Su nombre proviene del tono marrón oscuro de las paredes y la decoración que los caracteriza. Estos lugares se remontan al siglo XVII, cuando Ámsterdam era un próspero centro comercial y cultural.
Un poco de historia
La historia de los Bruin Cafés está estrechamente ligada a la tradición cervecera de los Países Bajos. Durante siglos, los holandeses han disfrutado de su cerveza, y estos cafés fueron los lugares de encuentro por excelencia para socializar y relajarse con una buena bebida. Es como si el tiempo se detuviera al entrar en uno de ellos.
Al adentrarte en alguno de ellos, te sentirás abrazado por un ambiente acogedor y lleno de historia. Los muebles de madera oscura, las lámparas colgantes y los antiguos cuadros en las paredes te transportarán a tiempos pasados. Y no te preocupes por el bullicio de las conversaciones animadas y las risas contagiosas, ¡es parte del encanto!
¿Y qué puedo pedir?
Pide una cerveza local, como una clásica Heineken o una Amstel, pero si quieres sentirte como un auténtico neerlandés pide alguna de la marca Brouwerij ‘t IJ. La cerveza holandesa es famosa en todo el mundo, y aquí tendrás la oportunidad de probarla en su hábitat natural. Acompaña tu bebida con deliciosos bitterballen, unas mini croquetas de ternera (en muchos sitios tienes su variante vegetariana).
Además de la buena cerveza y la comida, los Bruin Cafés también son lugares donde puedes sumergirte en la cultura local. La gente que los frecuenta, desde los lugareños hasta los turistas curiosos, se mezcla en un ambiente relajado y amigable. No dudes en entablar conversaciones con los habituales del lugar y descubrir historias fascinantes sobre Ámsterdam y sus tradiciones.
Top cinco «Bruin Cafés» en Ámsterdam
- Café ‘t Smalle
Ubicado en el encantador barrio de Jordaan, este café histórico ofrece un ambiente auténtico y una amplia selección de cervezas locales. - Café de Druif
El edificio en el que se encuentra el café De Druif data de 1566. De Druif era un café de registro, y es que si los marineros querían registrarse para navegar en la VOC, podían ver en las uvas en la fachada del café que podían firmar aquí, de ahí el nombre ‘De Druif’ (La uva). - Café Papeneiland
Con más de 400 años de historia, este café es uno de los más antiguos de Ámsterdam junto al Café de Druif. Y es que su encanto rústico y su deliciosa tarta de manzana casera lo convierten en un lugar imprescindible. - Café Hoppe
Este café es otro de esos clásicos donde ha ocurrido de todo y han pasado grandes celebridades por él. Y es que data de 1670, desde la Reina Beatrix, cuando aún era princesa, hasta el heredero de la Heineken, Freddy Heineken. - In ’t Aepjen
In ‘t Aepjen es una de las casas de madera más antiguas, que aún existen, en Ámsterdam. La fachada de madera le da al café un aspecto único. Los marineros solían venir aquí a la posada para recuperarse de todos sus viajes. Cuando los marineros tenían que pagar la cuenta al final de la tarde, a veces lo hacían con un mono que se habían llevado de su viaje. De ahí el nombre «En el Mono».
Recuerda que el secreto de los Bruin Cafés está en su historia, su ambiente acogedor y su autenticidad. Estos lugares son auténticos tesoros locales que te permitirán vivir una experiencia única y alejarte del turismo masificado.
¡Espero que este artículo te haya gustado! Si lo que buscas es un bar con buenas vistas y una buena terraza, entonces tienes que ver el artículo sobre Las mejores terrazas de Ámsterdam