Esta encantadora ciudad holandesa es uno de esos lugares que, una vez que los visitas, se quedan contigo para siempre. Si estás pensando en viajar a los Países Bajos, no puedes dejar de incluir Delft en tu itinerario. Es una joya que, aunque a menudo pasa desapercibida al lado de ciudades como Ámsterdam, Rotterdam o La Haya, tiene mucho que ofrecer. Aquí te voy a contar un poco sobre su historia, lo que puedes ver y hacer en Delft, y, por supuesto, cómo el famoso pintor Johannes Vermeer está profundamente ligado a esta ciudad.
Un poco de historia de Delft
Delft es una ciudad con una historia rica y vibrante. Fundada en el siglo XIII, fue un importante centro comercial durante la Edad Media gracias a su ubicación estratégica entre Róterdam y La Haya. Su nombre viene de la palabra «delven», que significa «cavar» en holandés, en referencia a los canales que fueron excavados en la zona.
Pero si hay un evento histórico que marcó a Delft fue la explosión de la pólvora en 1654, conocida como el «Desastre de Delft». Una gran parte de la ciudad fue destruida cuando un almacén de pólvora estalló, y aunque fue una tragedia, Delft resurgió de las cenizas y siguió desarrollándose hasta convertirse en lo que es hoy: una ciudad acogedora y llena de historia.
Qué ver en Delft
Lo primero que vas a notar en Delft es que todo parece sacado de una postal. Calles adoquinadas, canales pintorescos, casas históricas… Aquí te cuento los monumentos y lugares que no te puedes perder.
La Plaza del Mercado (Markt)
El corazón de Delft es la Markt, una plaza amplia que te va a impresionar. A un lado de la plaza está el Ayuntamiento(Stadhuis), un edificio renacentista que parece un castillo. Y al otro lado, la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), una iglesia imponente que es el orgullo de la ciudad. Esta plaza es perfecta para sentarte en una terraza, tomar algo y ver la vida pasar.
Los días de mercado, especialmente los jueves y sábados, el ambiente se llena de energía. Los puestos venden productos frescos, flores y recuerdos. ¡Ideal para disfrutar del auténtico sabor local!
Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva)
La Nieuwe Kerk es un lugar que no puedes saltarte. Aunque su nombre diga «nueva», su construcción empezó en el siglo XIV. Aquí están enterrados muchos miembros de la familia real holandesa, incluyendo a Guillermo de Orange, el héroe nacional que lideró la rebelión contra España. Además, si subes a su torre (que es bastante alta), tendrás unas vistas espectaculares de Delft y más allá. Si el día está despejado, ¡puedes ver hasta Róterdam y La Haya!
Oude Kerk (Iglesia Vieja)
A unos minutos de la plaza está la Oude Kerk (Iglesia Vieja). Este templo, construido en 1246, es conocido por su torre inclinada. Es como una versión mini de la Torre de Pisa, y le da un toque muy especial a la iglesia. Además, aquí está enterrado Johannes Vermeer, el pintor más famoso de Delft.
Johannes Vermeer y Delft
Y hablando de Vermeer, este artista es sin duda uno de los hijos más célebres de la ciudad. Aunque la mayoría de sus obras están repartidas por museos internacionales, como el Rijksmuseum en Ámsterdam o el Mauritshuis en La Haya, en Delft puedes aprender todo sobre su vida y su obra. El Centro Vermeer es una parada obligatoria si te interesa el arte. Aquí no verás cuadros originales, pero aprenderás un montón sobre su técnica y cómo era la ciudad en la época en que vivió.
La cerámica de Delft
Si has oído hablar del Delft Blue (la famosa cerámica azul), esta es tu oportunidad para ver cómo se hace. La Royal Delft es una de las pocas fábricas que quedan donde todavía pintan la cerámica a mano. Es un proceso fascinante, y si te gustan las artesanías, no te vas a querer ir sin llevarte una pieza.
Qué hacer en Delft
Delft no es solo una ciudad para ver, ¡también hay mucho por hacer! Desde paseos tranquilos por sus canales hasta disfrutar de la vibrante vida local, aquí van algunas sugerencias para que aproveches al máximo tu visita.
Pasear por el casco antiguo
Uno de los mejores placeres en Delft es simplemente pasear por sus calles. El casco antiguo es muy compacto y fácil de recorrer a pie. Además, con sus canales, puentes y casas históricas, cada rincón parece estar hecho para una foto. Es un paseo tranquilo, donde puedes perderte sin prisa y descubrir rincones ocultos, pequeñas tiendas y cafés encantadores.
Recorrer los canales en barco
Una de las actividades más relajantes y recomendadas es hacer un tour en barco por los canales de Delft. Desde el agua, vas a tener una perspectiva completamente diferente de la ciudad, y te permitirá ver algunas de sus casas históricas y puentes desde otro ángulo. Además, es una manera muy tranquila de explorar, sobre todo si quieres descansar un poco después de caminar.
Ruta Vermeer
Si eres fan del arte, puedes seguir la Ruta Vermeer, que te llevará por diferentes puntos de interés relacionados con la vida y obra del pintor. Aunque no todos los lugares están intactos, es fascinante ver los sitios que inspiraron algunas de sus obras más famosas y caminar por donde él lo hacía hace siglos.
Disfrutar de la vida local
Por último, pero no menos importante, te recomiendo que te tomes el tiempo de sentarte en una terraza, disfrutar de un buen café o una cerveza local y simplemente ver la vida pasar. Delft tiene un ambiente relajado y acogedor, y es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar del momento. También puedes probar alguna comida típica holandesa, como los stroopwafels o los arenques frescos en uno de los puestos callejeros.
Así que, ya sabes, ¡no te olvides de incluir Delft en tu próximo viaje a los Países Bajos!
Espero que disfrutes descubriendo estos rincones menos conocidos y vivas una experiencia única en esta maravillosa ciudad. Y si quieres aún información para cuando visites Delft, no te pierdas nuestra publicación Vermeer y la joven de la perla